Durante muchos años, la idea de una Fundación Comunitaria había surgido entre los líderes comunitarios de todo el Valle de San Luis. En enero de 2015, un grupo de líderes comunitarios de todo el valle participó en una reunión facilitada para discutir la creación de riqueza comunitaria y la posibilidad de una fundación comunitaria regional. Uno de los resultados de la sesión facilitada fue la decisión de realizar un estudio de factibilidad para determinar la viabilidad de dicho concepto.

​

Algunos de los líderes de todo el valle que participaron en la reunión inicial, junto con los miembros de la junta del Fondo Comunitario del Valle, comienzan a reunirse con una firma consultora con sede en el Valle de San Luis para analizar el alcance del trabajo y obtener una propuesta. En junio de 2015, Valley Community Fund contrató a Smoyer & Asociados para realizar el estudio de factibilidad. El estudio fue financiado con una parte de una donación anónima a VCF ya través de una subvención del Consejo Regional SLV de la Fundación El Pomar.

​

Los resultados del estudio mostraron que los líderes comunitarios, comerciales y sin fines de lucro del Valle de San Luis pensaron que el concepto de una Fundación Comunitaria en todo el valle era bueno, basado principalmente en el nivel de necesidad que existe en la región. Sin embargo, tenían una comprensión limitada sobre el propósito filantrópico y la importancia de una fundación comunitaria, y estaban más enfocados en la perspectiva del beneficiario que en el punto de vista del donante. 

​

La mayoría de los líderes comunitarios entrevistados percibieron que hay poca riqueza y capacidad financiera en el valle; y que hay más debilidades que fortalezas en la recaudación de fondos. Pensaron que la naturaleza vaga de la estructura organizativa, la infraestructura y el liderazgo del concepto de Fundación Comunitaria limitaría el éxito de la recaudación de fondos. Otra fuerte percepción que limitaría el éxito de la recaudación de fondos incluía la opinión de que este esfuerzo competiría con las organizaciones regionales sin fines de lucro por los fondos.

​

Para superar estas debilidades, el Comité Directivo contrató a un líder sin fines de lucro con experiencia para que fuera el Director Ejecutivo. El nuevo Director Ejecutivo había dirigido y hecho crecer con éxito una fundación comunitaria, y también tenía una amplia experiencia en recaudación de fondos. Así nació en 2017 la Fundación Comunitaria del Valle de San Luis.